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miércoles, 16 de enero de 2013


LA REFORMA ACELERA LA CAIDA DEL EMPLEO
Ninguna reforma del mercado de trabajo crea empleo en plena recesión. Este axioma se comparte en todo el orbe laboral. En cambio, sí se le exige a una norma de ese calibre que frene la caída.

La reforma laboral tenía por misión corregir un mal endémico de España: la gran cantidad de empleo que destruye cada vez que llega una recesión. Para eso facilitó a las empresas bajadas de sueldo unilaterales, traslados o reducciones de jornada. Se pretendía que esa, la llamada flexibilidad interna, fuera la primera opción ante los problemas económicos. Pero en la misma ley se facilitó y abarató el despido.Este tipo de reformas tienen que hacerse en época de crecimiento. Entonces se crea empleo. Ahora su efecto inmediato es más destrucción, aunque a medio plazo tendrá efectos positivos.

Cuesta entender la dimensión de la destrucción de empleo si se tiene en cuenta que la alternativa de la flexibilidad interna sí que está funcionando. Los salarios en convenios se están conteniendo, muchos despidos colectivos van acompañados de reducciones de sueldo para los que no pierden su empleo y los descuelgues de convenios se han multiplicado. Y los precios suben al 2,9%.

Pese a la reforma, o gracias a ella, en esta recesión se está dando el ajuste laboral por una doble vía destrucción de puestos de trabajo y contención salarial.La flexibilidad interna no está siendo alternativa al despido. La moderación no se debe a la reforma. Ya en 2010 y 2011 hay moderación de costes laborales. Y ahora la destrucción de empleo por cada punto de PIB ha sido el doble que en 2009.


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